La quinta edición del Rally Maya inició en la isla de Cozumel el 23 de mayo, con la participación de más de 110 autos clásicos agrupados en las siguientes categorías, dependiendo del año de producción: A de 1915 a 1931; B de 1932 a 1949; C de 1950 a 1964 y D de 1965 a 1975.
La carrera se desarrolló por un inigualable trayecto: 1,200 kilómetros por los caminos del Mayab, precisamente en la Península de Yucatán, carreteras enmarcadas por paisajes únicos en una región llena de la magia ancestral de su pueblos, la amabilidad de su gente y su rica cultura.
El banderazo de salida se dio en la isla, que celebraba los 500 años del encuentro de dos culturas en esas latitudes del continente. Los días previos fueron llegando los participantes, sus autos transportados por madrinas cruzaron hacia la isla en transbordadores listos para la ocasión.
Posteriormente hubo una gran exhibición de los autos de competencia en la explanada del Palacio Municipal que duró casi dos días. El pronóstico del tiempo anunciaba lluvia la mayor parte del día, de la semana incluso, pero se equivocó.
El siguiente día de actividades, primero oficialmente de carrera, los competidores recorrieron el interior de la isla a bordo de sus autos, cinco etapas cronometradas y otras tantas de tránsito que las tripulaciones manejaron bajo una pertinaz lluvia provocada por la Tormenta Tropical Alberto.
Aún bajo la intermitente lluvia, en ocasiones muy intensa y prolongada, los pilotos y organizadores no perdieron el ánimo y sin mayores contratiempos se realizaron todas las etapas y actividades programadas para este primer día, dentro de la exuberante vegetación y paradisiacas playas que Cozumel tiene.
Día dos de carrera, gran expectación generó esta jornada. El cielo nunca amaneció más claro. El Rally Maya se transladó a tierra firme con todos los autos participantes a bordo de un gran ferry. De museo rodante a museo flotante.
Ya en tierra, los autos tomaron ruta hacia Tulum, para continuar hacia Punta Laguna en donde se realizaron diversas actividades culturales dentro de un paisaje evocador a un costado de una bella y plácida laguna.
Tercer día de carrera y la meta final de esta jornada llevó al contingente del Rally Maya a una de las zonas más míticas y emblemáticas de la zona y del país: Chichen Itzá. Pero antes los competidores hicieron una parada en el malecón de San Felipe, cerca de Río Lagartos a donde muchos de ellos se dirigieron en lanchas al paraíso de los flamencos y regresaron para tener diversas actividades culturales, de responsabilidad social y gastronómicas en el puerto.
Siete etapas de regularidad y ocho de tránsito se completaron este día mágico que terminó con una noche igual, llena de la magia y el sincretismo de la Gran Cultura Maya con las bellas piezas de ingeniería automotriz, que llegaban puntuales y precisas de acuerdo a sus libretas de ruta, los primeros autos en cruzar el arco de meta fueron los más antiguos.
Cuarto día de carrera que marcó otro hito en el rallismo, los autos fueron recibidos, literalmente, cual aeronaves, en el Aeropuerto Internacional de Chichén Itzá, en donde las tripulaciones tuvieron la oportunidad de refrescarse, ya que el termómetro durante el trayecto marcó temperaturas que oscilaban alrededor de los 40 grados centígrados ese día.
La meta final del día fue en la ciudad blanca, en Mérida el contingente fue recibido en el Centro de Convenciones Siglo XXI, en donde se exhibió al público nuevamente este museo rodante, al que se le sumaron algunos clubes de autos clásicos de la zona.
El quinto día de actividades se llevó a cabo sin los autos, ya que fue un día para retomar energías, visitar el El Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, contiguo al Centro de Convenciones Siglo XXI, en donde los autos continuaron en exhibición y en donde se realizaron las actividades de responsabilidad social correspondientes.
Último día en el que se recorrieron veintiún etapas en total, nueve de ellas de regularidad para un total de 347.155 km. se llevó a cabo entre Mérida y Cancún, las etapas más largas y en donde el calor extremo, acompañado por lluvias eventuales en los varios tramos, no mermó el entusiasmo del último día.
La cena de la última noche no dejó nada que desear, dentro del centro de espectáculos del casino del hotel sede se llevó a cabo la premiación categoría por categoría, así como los tres primeros lugares absolutos del Rally Maya México 2018. Posteriormente y durante la cena los participantes se deleitaron con un fastuoso espectáculo musical de clase mundial.
Las piezas de arte rodaron por la península que ahí permanece, pilotos y autos ya en ruta de regreso a casa. La nostalgia de terminar es aliviada sólo por la promesa de la cita para la reunión de magníficos amigos en mayo del dos mil diecinueve.
Publicado originalmente en One Way Books®
Una Gran Felicitación Excelente Trabajo y redacción de una gran experiencia vivida Nos Vemos del 17 al 26 de Mayo del 2019
Juan Manuel muchas gracias por tus palabras, ojalá logré ir este año, Benjamín anda renuente, en fin…
Ya nos estaremos viendo, un abrazote!!!